domingo, diciembre 19, 2004

Gripe

He estado postrada con una gripe desde el martes que me ha hecho sentir casi todo el tiempo como si fuera una ameba. Sin forma ni volumen ni cerebro. No he sido capaz -físicamente hablando- de sentarme ante la computadora para trabajar o sencillamente escribir unas líneas. Apenas ayer salí por necesidad, a ver si conseguía un agente de viajes competente para conseguir conexiones a Caracas que no me costasen una fortuna. Más o menos lo estoy logrando y aunque no recibiré allá el año nuevo por lo menos estaré en enero con la familia si me consiguen un itinerario mejor que el último de hoy. A confrontar dos años y medio de ausencia desde la última vez. A ver la verdad de los testimonios sobre el deterioro de Caracas.

Espero encontrar lo que siempre me ha gustado de mi ciudad: sus contrastes altisonantes. Siempre he pensado que Caracas es fascinante porque está viva. Lo demuestra en las visiones de ensueño y pesadilla con las que nos topamos en sus calles, en los colapsos del tráfico, en el Avila que nos consuela la vista cuando más agobiados nos sentimos. Por ser invivible y adictiva. Otras ciudades del mundo no me han quitado el enamoramiento que tengo de ella.

Ya veré.

2 Comentarios:

At 11:43 p.m., Blogger unocontodo said...

No vayas al Centro...
El Ávila definitivamente es el "escape" y los Centros Comerciales..."aislantes" de realidades...

 
At 2:35 a.m., Blogger Topocho said...

Mejórate, no dejes de escribir una nota cuando estés en Caracas :-)

 

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