martes, noviembre 09, 2004

De Kundera y los derechos de autor

Después de leerme Ignorancia, me he leído Lentitud, que han sido novelas que Kundera escribió en francés. Me fascinan los escritores, en especial los novelistas que luego de escribir en sus lenguas maternas pueden adoptar otro idioma tan profundamente que son capaces de crear en él. Como Nabokov y Cioran, quienes están en mi lista de favoritos y reverenciados. Escribiendo esto me he dado cuenta de que los tres fueron exilados. Quizás de allí parte mi identificación. No soy exilada ciertamente, pero como van las cosas en Venezuela, pués no sé. Capaz y ...

Hoy me llegó en un correo de Israel Centeno, mensaje del Pen club, con el link a una nueva ley de Derechos de Autor que de ser aprobada sería la última y mejor arma de censura del gobierno. El primer artículo otorga al estado la prerrogativa de poseer el derecho de autor de cualquier obra que considere fundamental para el acervo cultural, artístico, etc del país, luego de indemnizar al autor por las regalías perdidas. Ello le haría el administrador absoluto de la obra. Primero que es difícil cuantificar las regalías que se pueden perder por una obra que según la actual ley dura toda la vida del autor y 60 años después de su muerte pasando a ser parte del acervo mundial luego de dichos 60 años, adhiriéndose al Convenio de Berna, el cual Venezuela subscribe. En esta nueva propuesta queda en la nebulosa cuando preescribe el derecho de autor, sobre todo si pasa a ser fundamental para el acervo de la nación. Segundo, el estado podría decidir por ejemplo que un texto de historia crítica donde la revolución no quede bien parada es "fundamental para el acervo" indemnizar al autor y más nunca publicarla. Desaparecerla. Y no hay derecho a pataleo. Otro de nuestros intelectuales además sugirió incluír en la Ley Mordaza regular la televisión por cable e Internet. Insólito que Luis Britto García, a quien a pesar de todo admiro como escritor, se incline por estas medidas de regulación stalinianas.

¿Terminaremos registrando las obras en Estados Unidos o Colombia e imprimiendo fuera de Venezuela para evadir las leyes que nos pueden callar la boca? ¿Cómo bloguearemos si nos restringen internet? No es imposible en Cuba lo hacen.

Es una lástima el tono del anteproyecto y los errores ortográficos de la introducción. Nuestra ley actual aprobada en 1993 y escrita por Antequera Parilli, entre otros, una autoridad mundial en derechos de autor, no solo es una ley moderna y apegada a la Convención de Berna sino que por primera vez otorgó caracter penal al delito de la piratería. Antes los piratas se libraban del problema pagando una multa ridícula y recibiendo un regaño (los de música, video y libros). También es la primera que protege las obras de arte visual, pero la cual pocos artistas plásticos por flojera o ignorancia aprovechan, ya que la re-venta de sus obras tendría que depararles un porcentaje si se hayan debidamente registradas.

Aunque la ley fue impulsada por los intereses de los distribuidores de video y música (ver Blancica, Videorodven, etc), Antequera y su equipo aprovecharon para crear la ley, que antes no existía!!! Sencillamente se aplicaba el Convenio de Berna que es el que prela en ausencia de ley local si el país está suscrito. Si quieren ver el Convenio de Berna y la presente ley los links están en mi página de copyright.

Leí el anteproyecto por encima, el cual por supuesto condena la ley de 1993 por beneficiar los intereses de los empresarios capitalistas aprovechados del ingenio creador del pueblo y que se yo cuanta sarta de ridiculeces. Con el primer artículo el estado es el primer aprovechado. Ya veremos a los autores escolares arruinarse. Unos de los más afectados serán ellos. La excusa es la gratuidad de la enseñanza. Me parece perfecto regalar los útiles escolares, pero ¿por qué a costa de las regalías de los autores y el trabajo de los editores?

Ya comentaré con detalle comparando con la ley actual.

La verdad es que la memoria es corta y la ignorancia larga en este país que dajará de ser portátil si seguimos así.

La candela se está dejando ver.

[Empecé a hablar de Kundera, pero el comentario de ambos libros los haré luego].