jueves, noviembre 04, 2004

Un día más

La verdad es que a veces se le pasan a uno los días de una forma tan inútil.
A veces me asusta que se me vaya así de simple un día y que al final sienta que no hice nada de él. Que no obtuve nada. Es decir que no haya aprendido nada nuevo, o pasado un rato con algún amigo o amiga, o que no me haya detenido a apreciar el cielo, haber leído algo que me dejara pensando, haber escrito aunque sea dos líneas o compartido uno de esos momentos con mi esposo que quedarán siempre en la memoria.
Y a veces se van así de simple los días como si no hubieran existido.
De repente siento que se van más rápido que antes.
Que el tiempo no alcanza para todo lo soñado ni lo que se aspira a ser.
Antes de darte cuenta te dicen doña, o luego notas los cachetes algo caídos por no decir que otras partes del cuerpo y que la forma en como te imaginas no es como te ves en el espejo ni sales en las fotos. Susto.
Pero ni tanto con lo de los cachetes.
Más me da lo otro, que se vayan así de simple los días.